miércoles, 28 de abril de 2010

Cuento.

Un matrimonio siempre con peleas.

Todos los días, Antonio y Mari Carmen, siempre, estaban discutiendo; sin embargo, sus hijos eran de lo más tranquilo.

Los típicos problemas de siempre: que si Antonio no ayudaba en casa, que si no iba a hacer la compra nunca, que si se iba de bares con sus amigos todas las noches...

Sus hijos estaban hartos de que discutieran; no obstante, ellos seguían. Y para colmo, Antonio no daba nunca pie con bola, es decir, no hacia nada bien.

Una noche, Antonio dijo:

-Cariño, voy a hacer la compra, no tardo. Iré a por lechuga, tomates, pimientos...

Mari Carmen muy sorprendida dijo:

-Antonio,¿ Seguro que vas a hacer la compra?

Él dijo que sí, cogió su cartera, pegó un portazo y se fue.

Eran las 12 de la noche y Antonio no había aparecido por casa, ella y sus hijos estaban muy preocupados.

Pasó unas hora y Antonio llegó a la casa, pero no iba normal y corriente, sino que llevaba una borrachera impresionante.

Tuvieron una gran discusión y al final decidieron poner unas normas y si no se cumplía, se divorciaban.

Las normas eran las siguientes:

Ayudar en casa, tenían que repartirse el trabajo entre todos; ir a hacer la compra, cada día le toca a uno; no mentir, siempre decir la verdad; no llegar muy tarde, y si acaso vas a llegar tarde hay que avisar y volver en buenas condiciones...

Al final, todos cumplieron los normas y aunque como en todas las casas, de vez en cuando había problemas , no era como antes. Así la familia funcionó muy bien.

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